Fascinado desde niño por la belleza y los misterios que le rodean, pronto descubre que el color es el medio por el que quiere transmitir esa admiración; posteriormente deseará plasmar su rico mundo interior, sus estados de consciencia más sublimes en los que se siente uno con la Naturaleza y con el Todo.
Los reconocimientos que recibe en el primer decenio de su carrera, Premio de Pintura "Villa de San Juan" (1981) y Premio de Pintura "Ciudad de Alcalá", Fundación Colegio del Rey (1984), no le apartan de su camino ni le encasillan; aún no está totalmente satisfecho.
Las series se suceden con belleza, originalidad y un incuestionable hilo conductor. Cuando surge Mater Natura, él tan solo es un elemento más de la obra, armonizando y vivificando, a través del color, los elementos orgánicos que caen por azar sobre los lienzos que pinta bajo el fresno de su casa; las “partículas” brotan de su pincel en cascadas interminables recreando el Orden Cósmico. La serie le atrapa, le posee, de tal forma que no le deja salir... y pinta y pinta... las mil y una caras jubilosas de la Vida.
Su legado, plagado de referentes a su búsqueda existencial, nos permite descubrir su exquisita sensibilidad y su capacidad para percibir, para intuir, para soñar... otros mundos posibles.

Entre sus más de 200 exposiciones podemos destacar las realizadas en Japón: Tokyo The National Art Center, Hiroshima Perfectural Art Museum, Kyoto Municipal Museum of Art, Tokio Metropolitan Museum que adquirió una obra suya y Feria "Oasis" Osaka que en 2012 le nombró “Artista Relevante”