Pintor intuitivo, ha desarrollado una obra variada poco atenta a estrategias de ningún tipo, y en la que el componente racional o analítico siempre se ha visto sustituido por una tendencia a explorar los caminos de la subjetividad.
Bajo el prisma del realismo crítico, del expresionismo, surrealismo, realismo mágico o la ensoñación erótica, las obras de L.F.Aguirre, siempre cuentan historias. La mirada del artista, llena de escepticismo y melancolía (como buen critico y poeta) filtra en ocasiones, su admiración por momentos puntuales de la historia de la pintura rindiendo homenaje a aquellos autores que le son cercanos: Chirico, Bacon, Dix, Grosz.......
La denuncia social, representada por orondos burgueses que siempre miran algo con obstinación lasciva, va dejando paso a una pintura donde emergen escenas interiores de marcado acento poético, colores brillantes y composiciones abigarradas. Las imágenes se componen en planos superpuestos, casi fundidos, con alusiones permanentes a referencias cotidianas de la vida del artista. A medida que avanza el tiempo, la figura humana cobra mayor importancia, aunque sus obras mantengan la intención permanente de sugerir sin halagar.
Pintor intuitivo, ha desarrollado una obra variada poco atenta a estrategias de ningún tipo, y en la que el componente racional o analítico siempre se ha visto sustituido por una tendencia a explorar los caminos de la subjetividad.
Bajo el prisma del realismo crítico, del expresionismo, surrealismo, realismo mágico o la ensoñación erótica, las obras de L.F.Aguirre, siempre cuentan historias. La mirada del artista, llena de escepticismo y melancolía (como buen critico y poeta) filtra en ocasiones, su admiración por momentos puntuales de la historia de la pintura rindiendo homenaje a aquellos autores que le son cercanos: Chirico, Bacon, Dix, Grosz.......
La denuncia social, representada por orondos burgueses que siempre miran algo con obstinación lasciva, va dejando paso a una pintura donde emergen escenas interiores de marcado acento poético, colores brillantes y composiciones abigarradas. Las imágenes se componen en planos superpuestos, casi fundidos, con alusiones permanentes a referencias cotidianas de la vida del artista. A medida que avanza el tiempo, la figura humana cobra mayor importancia, aunque sus obras mantengan la intención permanente de sugerir sin halagar.
Circense
Aguirre, Luis Fernando
Serigrafía, 50cm x 70cm
200€ -20% PVP 160€ (+ IVA)